Noruega y Eslovenia compiten este sábado por el bronce del Europeo de balonmano después de haber caído este viernes en sus respectivas semifinales. Los nórdicos perdieron contra pronóstico y después de dos prórrogas frente a Croacia (28-29) un partido muy intenso en el que pagaron su mal inicio. Fueron a remolque y cuando en el segundo tiempo remontaron y parecía que tenían encarrilado el pase, vieron cómo los croatas sacaron fuerzas de flaqueza para igualar en los últimos compases. Eslovenia no pudo con el favoritismo de España, aunque tras ir siempre por detrás llegó con opciones a los últimos minutos (34-32).
Noruega debe quedarse con la medalla de bronce. Es superior a Eslovenia como ya demostró hace pocos días y tiene una plantilla suficientemente amplia como para tratar de atenuar el cansancio del desgaste extra sufrido por las dos prórrogas.